Hola de nuevo, poco a poco el blog va tomando forma. Intentaré ir añadiendo cosas y que os sea más divertido y práctico de leer. Ahora os sigo contando como fueron los primeros días después del nacimiento de Pol.
Como ya os conté, el día del parto fue largo pero al final todo fue bien. Una vez Pol nació, en ningún momento lo separaron de nuestro lado, cosa que valoro muy positivo pues mi miedo era que en sus primeros minutos (ya no digo horas), no pudiera estar con él, ni él con nosotros, así que el hecho de poder estar los tres juntos, en el paritorio y que pudiera hacer la primera toma con calma fue
espectacular.
A la hora y media más o menos, nos subieron a la habitación. Eran las 22:00h, y cuál fue mi sorpresa al salir al pasillo y encontrarme a toda la familia fuera, esperando a ver al nuevo miembro de la familia y felicitar a los papis, claro. Subimos a la habitación y, por suerte, como era tarde, los familiares se fueron pronto para casa.
La primera noche no fue tan dura como la pintan, eso que no dormí en casi toda la noche, Pol no acababa de cogerse bien al pecho, yo estaba hecha polvo, pues tenía un dolor de espalda insoportable de tantas horas sin moverme y tenia una sed... que no pude resistir más y llamé a las enfermeras para que me dejarán tomar ni que fuera un vaso de agua, pero tuvieron compasión y me trajeron un vaso de zumo, ¡que ricooo!
Se hizo de día y, al ser lunes laboral, por la mañana no tuvimos visitas más que mi madre, que nos trajo un cargamento de pañales y toallitas y mi hermano, y padrino de Pol, que todavía no lo conocía pues la noche anterior estaba trabajando. Por la tarde ya hubo más movimiento, por suerte nos habían cambiado a una habitación individual y estábamos más tranquilos, nos visitaron los abuelos, la tía y madrina, la bisabuela, mis tías y mis primos. Todos con sus consejos, que en lugar de ayudar, te hacían dudar más.
La segunda noche fue también muy tranquila, Pol seguía con dificultades para cogerse del pecho y cada enfermera que venía me decía una cosa diferente, yo todo el día intentando por lo que algo iba comiendo y como no perdía peso, no le daban más importancia que la necesaria.
El segundo día, al pasar la pediatra por la mañana no dijo que todo estaba perfecto y que por la tarde, después de la prueba del talón nos podíamos ir para casa. Lo que se le olvidó decir fue que habían de pasar 48h del nacimiento por lo que no se la podían hacer hasta las 8 de la tarde-noche. Nosotros con ganas de marchar se nos hizo una tarde interminable y para colmo, a las 8:30 todavía no habían venido a por Pol, Albert se acercó a una de las enfermeras y ¡¡¡¡¡se habían olvidado!!!! en menos de 5 minutos se habían llevado a Pol y había vuelto y por fin para casa.
Aquella noche hacía frío y un aire... por lo que envolví a Pol en un arrullo gordito y a mi ritmo fuimos caminando hasta el coche, con Albert pendiente de nosotros en todo momento. Pusimos a Pol en el grupo 0 y fue todo el camino calmado y super tranquilo. A eso de las 23 de la noche, por in, ya eramos 3 en casa. Primera noche los 3 solos, ahora sí, por fin, ¡solos!
Como veis mi parto y post parto no fue tan duro como lo cuentan, quizá tuve suerte pero mi experiencia no fue mala, al contrario.
Espero que os sea interesante, para el próximo post os preparo los primeros dias en casa, consejos y experiencias, y sobretodo, la "subida de la leche" y la lactancia de las primeras semanas, para mi, lo más duro.
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