La semana pasada fuimos ha hacer la ecografia 4D de Martina. Después de pensarlo mucho y darle vueltas, decidimos ir a un médico privado del que tenía buenas referencias. ¡Y no nos falló! Quien si falló fue Martina, estaba con la cara muy enganchada a la placenta por lo que no se definia muy bien la cara, incluso al pasar el ecógrafo se veía como se la chafaba la naricita. ¡Fue muy divertido!
Cuando por fin se alejó un poco, decidió hacer acrobacias e ir poniendo pies y manos por delante de la cara para así no poder ver bien esa carita que tanto deseábamos ver. Al final, y con la paciencia del doctor (que dedicó una hora a nosotros) pudimos disfrutar de alguna foto con su cara i ver como movía los dedos de las manos, parecía que nos saludaba.
El doctor, como os he dicho antes, nos dedicó una hora y algo más a nosotros. Cosa que se agradece y que fue una de las cosas que me decantó por ir a él, ya había leído que tenía mucha paciencia y que dedicaba el rato que necesitara para poder ver a los peques. Eso se agradece pues cuando fuimos con Pol (a una clínica de Barcelona que no diré nombre) no me gusto nada el trato, el doctor seco no dijo nada en los 20 minutos que estuvimos. El CD que nos dieron, blanco sin ningún nombre ni nada grabado, las fotos tal cual en una carpetita de cartulina. Aquí en cambio, el CD va grabado con una foto de un bebé, los datos del medico y una zona para poder escribir el nombre del bebé. Todo en una funda de plástico con todas las fotos que hizo (¡y todas son unas 20!). Como nos acompañaban las dos abuelas de la peque, les hizo una copia a cada una de ellas de las dos mejores fotos (todo un detalle).
Otra cosa que me gustó es que no sólo se dedicó a enseñarnos la carita, fue buscando todas las partes del cuerpo, explicando lo que veíamos en la imagen y tomando medidas. Al final, con las medidas que obtuvo me dijo que la niña salía al padre pues tiene las medidas de una semana más de lo que toca. Miedo me da pensar cómo será...
El segundo embarazo está siendo completamente diferente al primero, así que imagino que Martina será completamente diferente a Pol, no nos dejará dormir, no comerá bien,... pero bueno eso ya se verá.
Mañana me voy a hacer la curva del azúcar, el O'Sullivan ha salido un poco alto, así que me esperan 3 horas divertidas en el Centro Médico, espero que esta vez no me siente tan mal como la ultima vez con el O'Sullivan que fue sacarme la sangre e ir corriendo a vomitar.
Pol sigue durmiendo de fabula en su nueva cama de "nen gran" (niño mayor). Y aunque con un poquito de tos y mocos, hemos pasado un otoño (casi primavera) sin virus graves en casa. A ver si el invierno sigue igual en lo referente a virus, porque el frío... ¡quiero que llegue ya!
La semana que viene os cuento como ha ido...
Feliz semana y, sobretodo, ¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!!