Tan sólo llevamos 15 días escasos de otoño y el primer "virus" ha llegado a casa en forma de laringitis aguda.
Yo que siempre presumo de que Pol no cae enfermo, que está super sano, pues a la primera, antibiótico y cortisona. Ah, sin olvidarnos los 20 minutos con mascarilla y los correspondientes medicamentos en el hospital, después de 2 horas de espera y 2 más en el box.
En fin, este fin de semana ha sido para olvidar, ver como Pol se despierta a les 3 de la madrugada del sábado con tos perruna, consigo dormirle después de 4 horas (si, si nos dormíamos a las 7 de la mañana) y cuando se despierta, ¡fiebre!, conforme va pasando el día la tos aumenta, el apetito desparece (preocupante en él) y la fiebre sube y baja y lo que es peor, ver como no respira bien y cada vez hace más ruido al hacerlo,...No quedó otra que ir hacia el hospital de cabeza,
Llegamos y la sala de espera colapsada de niños con la misma tos que él pero sin fiebre, jugando como locos y el mío dormido como un tronco, raro en él pues no suele dormir durante el día (más que una hora, si llega, para la siesta). Se despierta al cabo de una hora de estar allí, le pongo el termómetro y los 38º de fiebre ¡han vuelto a aparecer! Voy a la enfermera, se lo comento y me dice que no le puede dar antitérmico pues no han pasado las suficientes horas des de la última toma.
Casualidades de la vida que a los 10 minutos nos llaman para entrar a consultas. Al momento la doctora viene y al ponerle para ver la saturación de oxigeno ¡está bajísima! Nos dice, hay que ponerle mascarilla. Y al cabo de unos minutos reacciono y le pregunto ¿como?¿mascarilla?¿con lo nerviosos que está?¿cómo? Y me contesta, Sí, 20 minutos aproximadamente con ella.
Aunque fue toda una odisea y fueron los 20 minutos más largos del día (más para mi padre que para mí, pues yo al no poder inhalar los corticoides no puede sujetar a Pol y lo hizo él), le fué de maravilla y des de entonces ya no se le oye el murmullo al respirar. Ahora la tos perruna y la falta de apetito continúa.
Ayer, lunes, fuimos de visita a su pediatra, nos recetó más días de cortisona y añadió antibiótico pues dice tener la garganta bastante roja e inflamada y es causa de un virus. Así que nos quedan 4 días de dar medicamentos a Pol, con lo bien que se los toma... (modo irónico ON).
Pues así hemos empezado el otoño en casa, espero librarme de resfriados, gripes, laringitis,... y por eso ya he hechado mano del remedio de la abuela, infusiones de tomillo (que recogemos nosotros de la montaña en semana santa) cada noche. La suerte es que a Pol le encanta (será que cuando estaba embarazada de él también la tomaba) y como es un antiséptico y desinfectante natural, le va genial para su laringe.
Espero que vuestra semana pinte mejor que la nuestra. Mi semana 17 de embarazo pinta movidita movidita.
¡Feliz semana!
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