¡¡¡18 meses de felicidad absoluta!!!

Hoy el peque cumple 18 meses. Que rápido a pasado... Todavía recuerdo despertarme a las 5 de la mañana y notar como había roto la bolsa, sin canastilla hecha, corriendo por casa para no olvidarnos nada (y nos olvidamos un montón de cosas).

Ya hace 18 meses que el enano nos llena cada día de felicidad, nos hace reír en todo momento y nos une más que nada en el mundo, no sólo al papá y a mi, si no a toda la familia.

En estos 18 meses hemos aprendido a valorar las cosas de otra manera, el afecto y el cariño se han vuelto mucho más importantes que todo lo material, y sobretodo hemos aprendido sin quererlo ni darnos cuenta a cuidar a una personita indefensa, que depende de nosotros para todo. Y creo que ¿no lo estamos haciendo tan mal no?

Pol empieza a decir alguna palabra y camina, corre, trepa,... no para en todo el día, pero no me importa. Prefiero que sea un niño movido que disfrute jugando y haciendo lo que le apetece que no un niño que juega tumbado, que se sienta en sofá a ver dibujos y que puede pasar horas sentado en el cochecito.

Aunque no va a la guardería (y si podemos, no irá), le encanta jugar con otr@s niñ@s y si ve un cochecito con bebé se vuelve loco de alegría y tiene que ir a verlo. Esperemos que cuando llegue el futuro hermanit@ siga igual y no tenga celos.

Des de mi punto de vista, que siendo la madre no puedo ser muy objetiva, lo sé, Pol es un niño extrovertido, que se relaciona con todo el mundo, le encanta hacer payasadas y aunque es movido no suele hacer trastadas.

No nos podemos quejar del peque de la casa, nos ha dado 3-4 noches de no poder dormir (son contadas lo sé), duerme 9 horas del tirón sin rechistar. Come como un adulto (de todo y todo lo que le pongas, una suerte lo sé). No sé pone nunca enfermo salvo el resfriado común que todos cogemos con estos cambios de temperatura que tenemos. Y para mi, es precioso, guapo no, precioso.

Ale, ahí os dejo una descripción de mis 18 meses como mamá primeriza, que aún teniendo dudas, sigue adelante y no se cansa de luchar para que el enano sea el niño más feliz del mundo. Y no me quiero olvidar de una persona que hace que todo esto sea mucho más fácil, GRACIAS AL PAPÁ DE POL, por cuidarnos, mimarnos y estar siempre pendientes de que nunca nos falte nada de nada y sea incluso más luchador que yo. Mil gracias, te queremos.




Bueno este es mi post de la semana, un poco ñoño, pero en el estado que me encuentro, ¿qué queréis?

¡Feliz semana!