Y llegó el día...¡1 añito!

Segunda entrada en un mismo día, y es que el día lo merece. Hoy Pol ¡cumple un añito! Que rápido pasa el tiempo... Y es que parece que fue ayer que de madrugada rompía aguas y nos íbamos al hospital y después de un largo día, a las 20:11h (antes de un madrid-barça, casualidades de la vida) nació el amor de nuestras vidas.

Ha sido un año repleto de emociones, y no tan duro como much@s lo pintan. Será que Pol no nos ha dado mucha guerra por las noches o que, hasta ahora, ha sido bastante tranquilo. Digo hasta ahora porque des de que camina...¡vaya bichillo está hecho!

Para celebrar el cumpleaños ayer hicimos una megabarbacoa a los pies de la "Muntanya  màgica" Montserrat. Sí, con el día que hizo, justo nos dió tiempo de hacer un pica-pica, poder hacer la carne y comernosla en un plis plas, porque a partir de ahí el diluvio universal se apoderó de la montaña y tuvimos que salir corriendo hacia casa de una tía que, amablemente, nos ofreció su casa (a menos de 5 minutos en coche), para poder tomar café y el correspondiente pastel de cumpleaños.

A pesar de todo, fue un día divertido y sobretodo diferente, para celebrar el primer año de vida del peque con toda la familia.

Como os decía, el primer año, no os voy a engañar, es duro, pero no tanto como nos lo pintan muchas veces. Hemos salido a cenar siempre que hemos querido (Pol con nosotros, evidentemente). Hemos dormido bastante (él es más dormilón que nosotros y mira que es difícil). Sólo hemos tenido que ir a Urgencia 3 veces y todas en los últimos dos meses), por suerte no ha sido un bebé de estar enfermo cada dos por tres. Así que lo que más nos preocupaba (cenar fuera de vez en cuando, dormir y ponerse enfermo) ¡lo hemos salvado con creces!

Claro que hay cosas que no son tan buenas, como cuando son muy bebés que cada dos por tres tienen que comer (cómo le dí el pecho hasta los 6 meses, tampoco fue muy duro y nos libramos todo el verano de ir cargados de biberones y demás utensilios), ir cargados de trastos a los sitios (pañales, toallitas, cremas, ropa de recambio, muselina, el cochecito...), cuando empiezan a trastear y tienes que ir con mil ojos porque todo lo tocan o lo llevan a la boca,... Pero cuando ves cómo van creciendo y que te miran y sonríen, como aprenden a independizarse,... se te olvida todo lo malo (más que malo, no tan bueno).

En fin, cómo sé que ni el blanco es tan blanco ni el negro tan negro, animaros y ¿cómo fue el primer año de vuestr@ peque?