
Ya hace varios meses que Pol camina cogido de las manos, y gatear, bueno reptar, ya ni hablemos, desde que era un bebé que casi no se movía ya lo dejábamos en su alfombrita para que el solo fuera descubriendo y en nada, la alfombrita se le quedó pequeña por lo que iba por toda la casa arrastrándose modo mopa. Por suerte tenemos parqué en casa y que vaya por el suelo no me ha preocupado durante el invierno.

as de las sillas y la mesa, luego no sabe salir y papi o mami al rescate).
Hará cosa de un mes ha descubierto los armarios y cajones (¡Horrooooor!), por suerte no ha descubierto que lo que hay dentro de los armarios puede sacarlo, pero...todo llegará. De momento, llega a un armario, balancea la puerta, te mira riendo pensando "mira, hago algo que no puedo hacer", pero en seguida se cansa y va a por otra cosa. Es un no parar, ya me canso sólo de verle ir de un lado para otro. Y claro el tío sabe gatear pero reptando va más rápido así que ¿para que hacerlo?
¿Y qué será que a todos los niños les gusta los armarios y cajones de las cocinas? A Pol le encanta abrir el cajón verdulero, eso sí, para cerrarlo, se coge del cajón de encima para no pillarse los deditos. ¿Será que ya se los a pillado? con migo no, como no haya sido con papá... o ¿es que es así de listo mi enano?
Éste afán de abrir y cerrar armario le viene desde que empezó a caminar cogido a los muebles o cualquier sitio donde pudiera apoyarse. Le encanta hacer el recorrido hamaca, sofá, mesita, el resto del sofá y llegar donde estoy sentada.Ah, no os lo he dicho pero siempre que Pol está trasteando, me siento por el suelo así cuando quiere algo tiene fácil acceso a mi, si estás en el sofá o hamaca, empieza a tirar del pantalón o a llorar, así que más cómodo, sentarse en el suelo y cunado quiere algo, se tira encima de ti (y ¿a que mamá no le gusta que su pequeño se le tire encima modo abrazo a su manera?).
Hoy hemos ido a buscar a la abuela al trabajo, trabaja en un Mercado, y creo que des de que nació Pol, si no hemos ido cada día ha sido poco a faltado, así que podéis imaginaros como están el resto de trabajadoras con él. Y él con ellas, porque quién no le da mandarinas o plátanos le da galleta y así un no parar. Bueno pues, vaya panzón de caminar que se ha dado el tío por los pasillos, y por cada parada que pasaba se ponía a gritar. Se ha montado un festival que ha sido acabar de comer y dormirse sin rechistar.
En resumen, que si ya empieza a caminar solito, en parte hace gracia, pero por otra piensas...¿se a acabado tomar algo en una terrazita, tomando el solecito tranquilos verdad? No contestéis, no quiero pensar en la primavera-verano que nos espera....
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