Nunca hemos sido de salir mucho por la noche pero, en todo ´ste tiempo, habré salido ¿4 veces? (¡¡¡Incluido fin de año!!!!) y de ir a cenar como pareja ya ni hablamos, si vamos a algún sitio cargamos con los niños.
Han sido 30 meses intensos, con alti bajos considerables, sobretodo a nivel laboral (y que aún siguen) pero no me puedo quejar de lo que he podido y puedo disfrutar del peque de la casa. No va a la guarde por lo que estamos 24h al día juntos, (imaginaros el día que nos separamos un rato).

Otro tema que tenemos pendiente con Pol es el chupete. A principios de verano lo intentamos y conseguimos que solo lo utilizara para dormir, pero hará cosa de un mes mes y medio que vuelve a pedirlo a todas horas y si no se lo das monta unas rabietas... A ver si en Navidades conseguimos que se la de a los reyes.
A pesar de todo, Pol es un niño adorable, cariñoso, simpático, adorable y muy amigable. (Qué voy a decir yo, que soy su madre). Lleva muy bien el tema de los celos (o eso parece), al menos de momento y no para de repetir lo mucho que quiere a Martina.
Son 30 meses de maternidad, casi 8 de bimaternidad y aunque mi vida se ha vuelto loca y ha cambiado 100%, no la cambio por nada. Tengo la mejor familia del mundo y tenemos la suerte de poder disfrutar muchas horas al día juntos, los cuatro ¿qué más se puede pedir?